Bicicletas usadas: entre un chollo y una estafa

Bueno, si has decidido comprar tu primera bici vamos a ver cuáles opciones tienes para entrar en el “club de los propietarios”. Hoy hablaremos de la manera, seguramente la menos cara, de llevarse una bicicleta a casa: el mercado de segunda mano.

Hoy en día en la red, en las tiendas especializadas, o en los mercadillos se encuentran auténticos chollos. Primero por un tema estrictamente de mercado: una vez que una bici nueva sale de la tienda su valor ya pierde un 21% (el IVA) y dentro del primer año otro 30-40%. O sea, que si te compras una bici que tenga alrededor de un año de vida la vas a pagar por la mitad de su valor, sin contar que, si ésta ha tenido un uso “normal”, como hemos dicho la semana pasada, tendrás otro año libre de gastos de mantenimiento. Después del primer año, el valor se estabiliza y baja de manera menos rápida, aunque en este caso hay que tener cuidado con el tema del desgaste. Las piezas como las zapatas de freno, los neumáticos o la trasmisión son los más sencillos de controlar y sustituir si ya no sirven (pide un descuento!), pero hay muchas otras partes que a un primer vistazo parecen perfectas, y que después de un análisis más cuidadoso pueden esconder sorpresas. Por ejemplo, la dirección, los ejes de pedales, bielas y ruedas giran sobre rodamientos que hay que mantener correctamente para evitar un desgaste prematuro de estas piezas o, aún peor, que su mal funcionamiento dañe también a otras partes. Otra zona a controlar son los cables y las fundas de cambio y frenos: sería una buena norma cambiarlos cada 2 años, ya que con el tiempo se llenan de polvo, tierra y todo lo que puedas pisar con las ruedas (y cuando digo todo, quiero decir todo…) y esto puede influir negativamente en el funcionamiento de las partes que mueven. Si las últimas siete líneas te han sonado a chino, mejor si examinas tu próxima bici con un amigo que sepa del tema para pagar el precio correcto.

Por último, una nota sobre un problema cada vez más extendido: las bicis robadas. Es cada vez más raro encontrar a alguien a quien no le hayan robado por lo menos una rueda o el sillín. Cuando te lo encuentres, lo más normal es que nunca haya tenido una bicicleta… Ahora bien, las siguientes situaciones deberían despertar sospechas:

  • Precio demasiado bajo respecto al valor de mercado: en la vida nadie regala nada, por qué deberían empezar contigo? Pide la factura de compra.
  • Bicicletas con muchas piezas de marcas diferentes: normalmente una bicicleta de ciudad tiene la mayoría de los componentes “de la casa”, si compras una bici “X” con sillín y manillar “Y”, frenos “Z”, una rueda “W” y la otra “J”, pues pinta mal… Pide la factura de compra.
  • Precio normal, bici “entera”, pero con un cable antirrobo que une la silla al cuadro, y que no se puede quitar porque “han perdido la llave” (lo he escuchado con mis propios oídos, lo juro…). Yo pediría la factura de compra.

Lo de pedir/ofrecer la factura de compra es algo que se está difundiendo desde hace poco en el mercado de la bicicletas de ocio (carretera y BTT), mercado donde la mayoría de las transacciones tienen cifras con tres ceros, y el primer número a menudo no es un “uno”. Con este sistema, se ataca desde la raíz el problema del robo de las bicicletas: para los amigos de lo ajeno, si no hay quien compra, es más peligroso robar y menos rentable revender. Siempre que te interese comprar de manera legal, claro. Si ésta no fuese tu prioridad, es mi deber recordarte que en España a comprar material robado se le llama “receptación”, y es un delito…

Y ahora venga, a buscar!

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s